¿Cuándo fue la última vez que experimentaste plenitud en tu posición directiva?

Puede que pienses que la vida de un directivo se trata de elegir los resultados sobre las personas y esto probablemente afecta la dinámica en el día a día con tus colaboradores y tus niveles de autosatisfacción.

La verdad es que las organizaciones, en sus diversos niveles, para ser exitosas requieren de un líder capaz de redirigir las energías del capital humano hacia el logro de sus objetivos; para ello, este directivo debe contar con una serie de aptitudes que le permitan desplegar una influencia positiva, sin embargo, ¿qué debe hacer cuando surgen detractores en lugar de colaboradores y/o determinados factores emocionales, conductuales, y sociales que representen una amenaza para ejercer el liderazgo? Es justo allí donde además de guía y motivador, el líder debe demostrar su empatía, don de mando y capacidad para tomar control de la situación.